Hay varias razones por las que los fabricantes de alimentos y bebidas han pospuesto la inversión en los últimos 24 meses. Algunos esperaban a que bajaran los tipos de interés, para hacer más atractiva la financiación de la inversión y reducir el coste de las materias primas, mientras que otros parecían recelosos de los efectos de la legislación propuesta por los gobiernos occidentales para abordar problemas de salud pública, como la obesidad y la diabetes, lo que supondría nuevos impuestos sobre el azúcar y grasas, entre otros.

Sin embargo, en HRS Heat Exchangers hemos observado diferencias entre algunos de nuestros mercados tradicionales, como los que fabrican zumos, salsas y bebidas carbonatadas, donde la inversión se ha ralentizado definitivamente, y el sector de alimentos saludables y de origen vegetal, donde, a pesar de algunos reajustes del mercado, la confianza ha sido notablemente mayor.